Hola les estoy escribiendo desde mi laptop, sí, en mi pinche vida creí que tendría una. Esta es mi última noche en México. Madrugada del sábado y para cuando sea mediodía de domingo ya estaré en Baires, de nuevo.
Uno siempre sueña y muchas veces se decepciona porque nada resulta como lo imagina. No sabía que esperar de México cuando salí de Ezeiza, pero fue una gran sorpresa, un baño de tequila, un mar azul, salud gracias por favor de su gente y toda su amabilidad. Descubrí que era ignorante porque me la pasaba prejuzgando porque me creí la elite de Latinoamérica y me deje llevar por trabajar en una multinacional. Pero si sigo en la misma línea debo contar que ni en 20 años se verán en Argentina los autos que me rodean aquí ni los shopings serán tan grandes y esto sólo es una pequeña porción de un hermoso país. Descubrí que hay gente más inteligente que yo y no fue a la Universidad del Salvador u otras que cuestan más que un par de libros, neta, creo que cambié. Como me dijo una amiga una vez, y yo soy de esos que poco creen en lo que dicen los demás, porque como conté antes, yo sé todo, los viajes te cambian la cabeza, te abren un mundo, conocés gente que no piensa igual, que sabe creer en sí misma y te muestra que siempre hay dónde volver a empezar. No es que me olvidé de mis raíces ni de lo bueno que en la República me rodea. Estuve en las pirámides de Teotihuacan construidas por los Mayas, loco, las leí en el colegio. Y en el DF, pinche guey, visité el zócalo, su catedral y esa plaza con la enorme bandera. Toda una metrópolis, llena de autos y que carros!, 30 millones de personas y edificios inteligentes. Todos saben que soy anti-bostero, pero estuve en el Estadio Azteca y me emocioné al entrar, tengo una foto de testimonio cuando veo el pasto por primera vez, y me saqué una foto junto a la placa de homenaje al Diego por su gol contra los Ingleses, y me sentí muy argento. Y para cerrar mi recorrida futbolística también fui al Estadio Jalisco. Pero hace muy poquito logré un sueño que tenía desde muy chico, ahora soy periodista, además cumplí treinta años y me doy cuenta que otra etapa comienza. Aún no termina mi travesía eso lo puedo afirmar, y sé que no va a pasar mucho tiempo hasta que vuelva a armar las valijas y subirme a un avión. Hoy ya lo tengo decidido y tengo amigos que me esperan y no sé si España será ese lugar en el mundo que todos buscamos, donde sentimos que encajamos, que allí definitivamente vamos a crecer, donde nos vamos a enamorar y será más que un amor de película y quizás sea subtitulado. No cerré mi vínculo con México, pues mi hermana sigue viviendo aquí y por suerte rodeada de gente linda y gracias Bian desde acá porque sos una buena mina, no sólo por tus fideos con esa salsa rica sino por ser amiga de la cuchina. Aquí tiré la onda para quedarme y fue bienvenida, hasta pueda darse muy pronto, y quizás sea 300% periodista. En algunos momentos pienso y dejo el teclado y no sé si contar cuál es mi sentimiento más real, no crean que soy desagradecido, pero no sé si quiero volver, Argentina. En este viaje me di cuenta que deseo vivir por mi cuenta que es hora de cortar el cordón y que puedo ser una persona y que los demás me pueden ver como tal, y que no soy sólo aquel que sueña con esa vida que le doy a algunas de mis historias o esas que imagino cuando descansa mi hueva. Hay muchas palabras que se dicen diferente y que significan los mismo en otros lados, pero que lindas suenan cuando son nuevas. Hay una nueva meta en mi vida y es no dejarme absorber por la rutina, no importa cuan segura y efectiva sea y cuanto me haga creer que esa es la manera de vivir. Estoy feliz, y esta vez no es porque ganó Chicago o porque sigo teniendo trabajo, quizás después de tantas palabras todavía no sé explicarlo, pero para aquellos que lean este texto, sepan que hoy 13 de Abril de 2007, I still haven’t found what I’m lokking for, and I belive in me.