jueves, diciembre 01, 2005

NBA STORE

Era una típica tarde de invierno en Nueva York. Las veredas estaban vestidas de blanco y el humo del frío emanaba desde las alcantarillas. La gente caminando apresurada apenas reconociendo su camino con la mirada y hablando por sus celulares. El espectáculo matinal se repetía como cada día. Mark se dirigía por la quinta avenida hasta la calle cincuenta y dos. Desde hacía unos meses había ahorrado para regalarse unas zapatillas y un buzo de los New York Knicks. Le había dejado una nota en la oficina, la noche anterior a su socio y compañero de cuarto en NYU, Jeffrey, diciendo que llegaría pasadas las diez. Juntos manejaban una nueva empresa de internet que inauguraron en Junio después de haber hecho un pequeño fraude cibernético a un banco Kenyata, en el último año de la universidad.
Dentro de la tienda de la NBA, recorrió cada rincón hasta encontrar lo que buscaba sin antes dejar de husmear cada artículo que le brillaba frente a sus ojos. Se paró frente al estante dedicado al equipo de la ciudad y pensó cuidadosamente que elegir antes de dejar su dinero en la caja. Después de marearse ante tanta variedad de artículos y de decidirse sobre que llevaría buscó la ubicación de la cajera, giró hacia su izquierda y supo que el tiempo se detuvo. Las fuerzas del universo se confabularon, para ver a su ex compañera de la clase de botánica en la secundaria, Jenny. Iluminada por un rayo solar, su imagen se presentó ante los asombrados ojos de Mark.
El ruido de las sirenas se hacía cada vez más intenso. Atravesó la vidriera más grande de cara a la quinta avenida y el estallido del vidrio generó una onda expansiva que aturdió a todos los que estaban en la tienda. Un Ford Mustang del ’64 apareció de la nada haciendo impacto contra el estante de los balones y llevándose por delante un par de maniquíes. Desde atrás lo impactó una patrulla de policía enviándolo unos metros hacia delante y dos personas encapuchadas se bajaron del Ford disparando en todas las direcciones, también lo hicieron los policías, respondiendo a la lluvias de balas que les caía encima.
Cuando el silencio reino por un instante, levantó la vista y vio el rostro bañado de sangre y el cuerpo de Jenny, desplomarse a su lado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

I LEAVE YOU MY COMMENT AS A FRIEND AND ALSO AS A CRITIC, I JUST WANT TO TELL YOU THAT IN A BRIEF TEXT YOU CREATED A GREAT STORY, SOME KIND OF A MOVIE IN A FEW PARAGRAPHS.

I WANNA READ MORE!!! ( WITH THE ACCENT OF THE PEOPLE THAT CALL AMEX SAYING I WANNA RENT A VAN, YOU KNOW LIKE THE ACCENT OF BLACK PEOPLE FROM THE STREETS) ...

PAZ ( FOR AMEX)